Su color es azul, un azul brillante e impactante.
Dos días tuve que buscarlo. Creo que recorrí más de 400 tiendas y 10 galerías desde el centro de la ciudad, los grandes almacenes de las zonas periféricas y los Malls lujosos de las zonas más fichas y ostentosas de la ciudad.
Ya estaba abandonando la búsqueda, hasta que un amable vendedor del cono sur me comentó que en una oportunidad se había enterado que el producto estaba disponible en ciertas tiendas importadoras de cosas europeas.
¿Europa? me pregunté mentalmente. ¿Qué raro, si este producto no es de ese lugar ?.
Pero con esa información partí, con el corazón ansioso y esperanzado que exista al menos una pieza que haría realidad mi sueño.
Y sí, existía y estaba disponible. Su belleza era superior a la que me habían comentado.
¿Cómo había llegado a esa tienda a un lugar antiguo y especializada en filatelia? No lo sé, pero supongo que por la procedencia francófana de la mayoría de productos que vendía la tienda, quizás eso había motivado que
tuvieran también productos de ese país africano, ex – colonia francesa. No lo sé y creo que me es irrelevante.
En estos momentos que tengo en la mano el “Juguetito de la vida”, esa esfera sonora y brillante africana, cuyas historias sobre las aventuras que viven quienes las poseen, resurgen desde mis recuerdos infantiles, me siento fascinado y dichoso.
Las aventuras se inician, llegó el momento apropiado
Dos días tuve que buscarlo. Creo que recorrí más de 400 tiendas y 10 galerías desde el centro de la ciudad, los grandes almacenes de las zonas periféricas y los Malls lujosos de las zonas más fichas y ostentosas de la ciudad.
Ya estaba abandonando la búsqueda, hasta que un amable vendedor del cono sur me comentó que en una oportunidad se había enterado que el producto estaba disponible en ciertas tiendas importadoras de cosas europeas.
¿Europa? me pregunté mentalmente. ¿Qué raro, si este producto no es de ese lugar ?.
Pero con esa información partí, con el corazón ansioso y esperanzado que exista al menos una pieza que haría realidad mi sueño.
Y sí, existía y estaba disponible. Su belleza era superior a la que me habían comentado.
¿Cómo había llegado a esa tienda a un lugar antiguo y especializada en filatelia? No lo sé, pero supongo que por la procedencia francófana de la mayoría de productos que vendía la tienda, quizás eso había motivado que
tuvieran también productos de ese país africano, ex – colonia francesa. No lo sé y creo que me es irrelevante.
En estos momentos que tengo en la mano el “Juguetito de la vida”, esa esfera sonora y brillante africana, cuyas historias sobre las aventuras que viven quienes las poseen, resurgen desde mis recuerdos infantiles, me siento fascinado y dichoso.
Las aventuras se inician, llegó el momento apropiado
Desde hoy habra que sopreponerse a las perdidas, a las fallas humanas.
Es tiempo del animo, de aspirar a vivir.
Lewe ¡¡¡
1 comentario:
Que bien que ese juguetito de la vida, te de tanto animo para resurgir y empezar a vivir, eso es bonito también me gustaría encontrar ese juguetito, porque necesito empezar a vivir mejor que ayer y hoy, muy inspirador lo que escribiste siempre las personas necesitamos algo que nos motive a ser mejores, y alcanzar la verdadera felicidad, te deseo lo mejor
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