El Guerrero dijo un día. “Toda pregunta que se concibe, tiene una siempre una respuesta”.
La tranquilidad del día había sido perturbada de manera inmisericorde. La vida cambia en un minuto sin saber cómo, pero sucede tan pronto que resulta sorpresiva y angustiosa.
El mensaje había llegado anónimamente, cobardemente. La hoja de papel contenía todas las intenciones que puede transmitir la enfermedad del presente mundo: egoísmo, odio visceral disfrazado del cariño y la preocupación ajena, es decir hipocresía hipocondríaca.
Y el efecto había sido doble en ambos sentidos: dolor, rabia, impotencia y cuestionamiento sobre porqué suceden esas cosas y por otro lado también la desesperanza, tristeza, humillación, pena.
La verdad nunca está en mensajes oscuros. Así no suceden las cosas cuando la verdad quiere abrirse camino si es que ha sido ocultada.
Los consejos tampoco toman la forma de diatribas ni epítetos alusivos a las condiciones de las personas en determinados momentos, circunstancias o etapas de la vida humana.
La claridad de la verdad es una sola y no necesita de mensajeros anónimos que griten a los cuatro vientos las decisiones contra corriente que se toman.
El mensaje agrio había sido maliciosamente dejado en la recepción de la Compañía, y en manos de quien según el Manual de Personal debiera ser la persona más discreta posible, pero que en realidad era la más verdulera conocida.
Ironías de la vida. Una de las empresas más prestigiosas por la confianza y seguridad hacia sus clientes, era proclive al escarnio y el correr de la cultura magylesca o comidillas personales dentro de su seno.
Por eso la tristeza aún estaba dentro de su corazón.
Sentía que el temor envolvía su corazón, como una capa de color aluminio y rojo. Pero también sentía que había que seguir adelante. Que como un día dijo El Hidalgo “ Ladran, es señal que avanzamos”.
¿Quién fue? es la pregunta que ha nacido desde dentro de su ser.
La respuesta también surgirá.
La tranquilidad del día había sido perturbada de manera inmisericorde. La vida cambia en un minuto sin saber cómo, pero sucede tan pronto que resulta sorpresiva y angustiosa.
El mensaje había llegado anónimamente, cobardemente. La hoja de papel contenía todas las intenciones que puede transmitir la enfermedad del presente mundo: egoísmo, odio visceral disfrazado del cariño y la preocupación ajena, es decir hipocresía hipocondríaca.
Y el efecto había sido doble en ambos sentidos: dolor, rabia, impotencia y cuestionamiento sobre porqué suceden esas cosas y por otro lado también la desesperanza, tristeza, humillación, pena.
La verdad nunca está en mensajes oscuros. Así no suceden las cosas cuando la verdad quiere abrirse camino si es que ha sido ocultada.
Los consejos tampoco toman la forma de diatribas ni epítetos alusivos a las condiciones de las personas en determinados momentos, circunstancias o etapas de la vida humana.
La claridad de la verdad es una sola y no necesita de mensajeros anónimos que griten a los cuatro vientos las decisiones contra corriente que se toman.
El mensaje agrio había sido maliciosamente dejado en la recepción de la Compañía, y en manos de quien según el Manual de Personal debiera ser la persona más discreta posible, pero que en realidad era la más verdulera conocida.
Ironías de la vida. Una de las empresas más prestigiosas por la confianza y seguridad hacia sus clientes, era proclive al escarnio y el correr de la cultura magylesca o comidillas personales dentro de su seno.
Por eso la tristeza aún estaba dentro de su corazón.
Sentía que el temor envolvía su corazón, como una capa de color aluminio y rojo. Pero también sentía que había que seguir adelante. Que como un día dijo El Hidalgo “ Ladran, es señal que avanzamos”.
¿Quién fue? es la pregunta que ha nacido desde dentro de su ser.
La respuesta también surgirá.
pd: Dawud “El Amado”, dijo un día al Músico: “Agravios maquina tu lengua; como navaja afilada hace engaños. Amaste el mal más que el bien, la mentira más que la verdad...Por tanto Dios te destruirá para siempre; te asolará y te arrancará de tu morada” Selah
4 comentarios:
Cuando alguien quiere hacer daño recurre a los anonimos, a los mensajes subliminales, a los chismes baratos, en eso tienes razón. El que hace eso es un/a cobarde, asi de simple!!!
Para decir la verdad jamas se debe uno ocultar, la verdad te dignifica, te da paz, te ilumina. La verdad se firma con nombre y apellido, eso hace una persona HONESTA.
Es bueno agregar que la verdad a veces es dolorosa, duele en el alma, pero es eso !!verdad!! y no se puede ir contra ella.
Por ello para decir la verdad no hay que recurrir a los anomimos, hay que dar la cara!!!
sobre tu PD, si mencionas las palabras de Dawud ... "Por tanto Dios te destruirá para siempre; te asolará y te arrancará de tu morada"... quiere decir que aceptas cuando dicen "todo lo que se hace se paga" ... ???
Regrese a este blog porque había algo que daba vueltas en mi cabeza. Porque pensar que fue un mensaje anónimo, por que no pensar que fue enviado por la propia victima??
Ustedes dirán por que?? Muy simple, para hacer sentir mal al "mentiroso"; escribes en tu crónica .. "La verdad nunca está en mensajes oscuros. Así no suceden las cosas cuando la verdad quiere abrirse camino si es que ha sido ocultada.".. se deduce que existe una mentira o existió un mentiroso.
Pero cual es el motivo principal del anónimo, crear un fuerte sentimiento de culpa al “ex mentiroso”, más aun cuando se ha convertido en una persona honesta ya que el sentimiento de culpa será mas fuerte y por ende estará obligado a retribuir a la supuesta “victima” en todo .. jaja pero eso nunca dura, porque siempre la verdad sale a la luz y la mentira nunca perdura.
Estimados estamos en el siglo XXI y hay que dudar de los “anónimos”, de victimas y victimarios.
Me encanto la crónica ¡!!!.
Yusulpayki
Allin
:=))
Gracis x los comentarios
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