martes, 18 de marzo de 2008

Los grises

PORQUE TRABAJO, YO TOMO CON MI PLATA ¡¡¡. Se escuchó en el pequeño bus en plena Av. Arequipa.

Mi hombre, mi imagen, bajaba del bus junto a su hijo, apurado, molesto y maldiciendo, por el lento movimiento del vehículo en las céntricas calles de Lima.

Había bebido casi 6 cervezas acompañado de su hijo, reafirmando su machismo y expresándolo claramente para que todo oigan nuestra cualidad masculina, la que aún los hombres defendemos arduamente de los ataques sociales del mundo moderno.

Reafirmar valores culturales aprendidos y no aceptados socialmente es un juego peligroso. La ignorancia es muy atrevida pero no encierra consigo soberbia, sino carencias y limitaciones humanas.

Las reacciones en el bus fueron diversas. La mayoría movió la cabeza criticando el hecho de que “uno” expresara lo que le daba poder de satisfacer su deseo; el resto era indiferente a lo acontecido, estaban encerrados en su burbuja de mp3, de teléfonos móviles, sin darse cuenta de la realidad circundante.

Yo si miraba a mi hombre, y entendía la necesidad de reafirmar la identidad masculina en un mundo ecléctico, mutable, en el que las imágenes de los hombres “grises” busca ser reemplazada por íconos metro sexuales, por la cultura gay, por un mundo de “equidad”, desconociendo que por naturaleza no se podrá negar la identidad social y cultural de hombres y mujeres en caminos distintos pero con un solo fin: la continuación de la especie.

Ambos se alejaban caminando.


Dentro del bus, los seguía con la mirada.

Mis pensamientos iban con el Padre, mi Padre antiguo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta me encanto, muestra un hecho cotidiano, la realidad de nuestra sociedad, ja ja pero esa ambiguedad sexual es un encanto.

Supero a "Dolos"..

Suerte

Arcona dijo...

Gracis x el comentario

¿ambiguedad sexual?, no entiendo en donde se señala ello.