El momento era propicio para los planes previstos. Oportunidad, optimismo y ante todo expectativas habían surgido este último fin de semana de Verano.
Estos dos días bastante calurosos habían sido muy gratos. Manejando hasta las playas de Paracas, comiendo frutos marinos, helados, bebidas y, ante todo, una alegre compañía habían logrado disipar las dudas existenciales, no sólo para poder dar la cara a los nuevos retos familiares sino también, esperanza para asumir las cargas no afrontadas del pasado.
Pero la esperanza es una nube difusa.No había podido ser como en la ocasión anterior.
Estos dos días bastante calurosos habían sido muy gratos. Manejando hasta las playas de Paracas, comiendo frutos marinos, helados, bebidas y, ante todo, una alegre compañía habían logrado disipar las dudas existenciales, no sólo para poder dar la cara a los nuevos retos familiares sino también, esperanza para asumir las cargas no afrontadas del pasado.
Pero la esperanza es una nube difusa.No había podido ser como en la ocasión anterior.
Esta vez había retrocedido e incumplido la promesa. No podría decirse que mis actos iban con el lenguaje de mi mirada.
Quizás faltó mayor coraje y no hacer lo que se me pidió evitar. Quizás fue olvido también, o haber retomado la senda del ayer en donde la importancia de las cosas tenían el valor que les daba según mi humor o interés del momento.
Pero las cartas ya estaban sobre la mesa. Y mi mano de pokér no podría ser la ganadora en esta ocasión.
Podría hallar una solución ingeniosa, brillante pero ladina. Un ardid nuevamente.
Volver a ser Dolos, un daimón saliente de la caja de Pandora, luego de haber curado el pasado vergonzante, no era una alternativa tan atractiva como en el pasado.
Si, era el momento propicio para optar por un camino.
Quizás faltó mayor coraje y no hacer lo que se me pidió evitar. Quizás fue olvido también, o haber retomado la senda del ayer en donde la importancia de las cosas tenían el valor que les daba según mi humor o interés del momento.
Pero las cartas ya estaban sobre la mesa. Y mi mano de pokér no podría ser la ganadora en esta ocasión.
Podría hallar una solución ingeniosa, brillante pero ladina. Un ardid nuevamente.
Volver a ser Dolos, un daimón saliente de la caja de Pandora, luego de haber curado el pasado vergonzante, no era una alternativa tan atractiva como en el pasado.
Si, era el momento propicio para optar por un camino.
Habia que caminar ( ¿cambiar? )nuevamente.
2 comentarios:
"Dolos"
Siempre tus relatos tienen algo de tu vida personal. Es claro que tienes un problema existencial pero no sabes como sacarlo del alma.
Este relato si bien es algo confuso denota una lucha de tu interior.
suerte
Gracis x tu comentario, y unas palabritas sobre el Blog.
Cronicas Infiltradas trata de ser un spacio de historias cotidianas, imágenes en palabras, pero del mundo, de la realidad, del entorno y no del mundo interior de una persona.
Combina tanto el instante creativo, el aura emotiva al scribir con los conocimientos previos o culturales del scritor.
Fantasia + Realidad, sumada a una buena dosis de humor al blogear, es la esencia de las cronicas
Buen dia y gracis
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