lunes, 24 de marzo de 2008

Brillando


Estaba prendiendo los cuatro cirios en el Altar.

Estaba feliz porque su miedo se había ido y sentía nuevamente la presencia de EL.

Horas antes, circunstancialmente en el centro de Lima, nos habíamos encontrado con Gabriela.
Nos habíamos cruzado y sin reconocerla, pasábamos de largo.

Ella era la que nos había pasado la voz. En voz alta escuché el grito de “ NEZUMI, NEZUMI” (ratón en japonés)

La guapísima Gaby, que ahora sorprendentemente vestía traje con estola negro y blanco, era la que nos llamaba cariñosamente, era la que posaba sus ojos almendrados en dos sorprendidos “nezumis”, que estupefactos la veíamos completamente distinta de la chica veraniega de años pasados.

Gaby, o mejor dicho la hermana Gabriela, era ahora una dominica contemplativa. Era una monja. Había sentido el llamado religioso y abandonando su vida pasada, estaba ahora entregada a vivir su sueño, su ilusión, su pasión cristiana.

Y tan sorprendentemente como su presencia, habíamos almorzado juntos, frugalmente este día sábado y había salido la propuesta de que Ratín participara en la celebración del Sábado de Gloria.

Gabriela había captado su desazón y tristeza, entendiendo el motivo de su pena. Y que mejor idea que hacerlo vivir el momento de triunfo.

Se sumergió en la muerte, pero como demostración de su poderío y grandeza, resucitará, venciendo para siempre, y la Luz siempre alumbrará. Y tu le ayudarás el día de hoy – así le había hablado Gabriela a Ratín, invitándolo a participar en la ceremonia nocturna.

Sonreía, Ratín, tenía la luz en sus manos y en sus ojos. No le importaba que la ceremonia ya iba por las dos horas de duración. Estaba feliz, sentía que EL estaba vivo. Y eso lo reconfortaba mucho.

A la distancia lo observaba, mientras escuchaba las melodiosas voces de las monjas dominicas contemplativas, alababan sin cesar.

Mi corazón también estaba alegre.

Había pasado la noche oscura, la Luz de la nueva vida alumbraba nuevamente el amanecer.

El misterio de la fe, se expresaba en toda su grandeza.

La Luz del Mundo brillaba nuevamente, dentro y fuera de nuestros corazones.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanto esta cronica, muy humana, muy sentida, muy sensible.

Insisto, desnudas tu alma en cada cronica, quiere salir ese yo interior, ese yo que busca algo.

Deseo que lo encuentres "nezumi"

Suerte

Anónimo dijo...

Y Veo que estos dias de pascua han servido para que te conviertas en la semilla que llego a la tierra fertil.

Sigue asi, encontraras la paz que tanto buscas.

Suerte