Existen días que parecen noches, y noches tan claras que mantienen no sólo el Alma despierta sino también el corazon galopante.
Hay también días en los que respirar es como estar sumergido en frías aguas de indiferencia y de mares tenebrosos. Pero también son distintos cuando tu sonrisa estéril no sólo es una linterna en el cielo sino un farol subterráneo incandescente.
Cuando tu mirada es parte de una tormenta, no sólo de ideas sino de sentimientos que no tienen voz. Que se convierten en mudos gemidos que no pueden callarse a ningún precio.
Cuando existen mensajes al viento que no tienen destino, porque nacen sin partida ni ruta. Cuando la confusión es parte del todo y de la nada.
Hay días cuando el escribir se convierte en la mejor alegría que puede existir, como si en ello se cogiera la realidad, la cercanía de tu aliento o la distancia de tu cuerpo.
Cuando tenerte al lado es no sentirte porque la realidad de la distancia es más fuerte que cualquier enlace del corazón. Cuando las palabras se convierten en tortura o a veces en dulces grilletes que no se saben que depararan.
Cuando lo que te ocurre,le ocurre a otras personas, y lo que uno vive, lo viven de forma similar o peor demás a quienes el destino le niega la felicidad anhelada, como a uno.
Cuando el círculo no sólo es vicioso sino tan largo y de un eterno retorno que no se sabe si uno es el creador de él o es parte de su existencia para toda la Vida.
Cuando pensar, cuando reir,cuando hablar, cuesta mucho. Cuesta tanto como los dilemas y decisiones que cada paso de la existencia demandan.
A veces el dolor más que la alegría son compañeras del camino. Son más afines a la Vida que los anhelos de sentirse dichosos.
En verdad se extraña lo querido, pero más lo que se quiere tener y no poder alcanzarlo.
Un ayer hablaba de exigir lo imposible para lograrlo, de tener la valentía para creerlo. Pero tu mirada, tu palabras silenciosas son las murallas que ahora siento llenas de "imposibles", de luchas que no se pueden enfrentar.
Hoy estas junto a mí pero tan lejos al mismo tiempo, que el día con su color atestigua mis sentimientos perdidos.
Esta es una pintura que jamás quize bosquejar. Que quízás la imprudencia puso en el camino y que como siempre agarré al vuelo.
Una crónica más, nacida del hielo y del largo caminar que nunca sé a donde me lleva...Dicen que no existe el amor imposible, sino personas incapaces de luchar por él...
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