viernes, 16 de mayo de 2008

Recorriendo la vida


Nuevamente la lluvia caia en las calles de la ciudad

La chica "click" habia estado nuevamente compartiendo sus aventuras y tristezas de esta semana. A través de la línea virtual al menos uno mantenia el contacto con la tierra lejana, a pesar de todo, a pesar de las penurias y carencias.

Trozaba el pan especial que junto a una taza de café me acompañaba todas las mañanas. Mi lap top se había unido a la corta reunión diaria que como rito sagrado empezaba a las 7.30 y culminaba 8.15 de la mañana. Las noticias nacionales de mi país, de su política, de sus problemas y hasta de su deporte ahoran eran parte de mi rutina de contacto con la tierra natal.

Mi permanencia en esta ciudad era aún sorprendente. Aún seguía en esta ciudad fría en su clima, pero siempre cálida de su gente.

La propuesta de trabajo que había recibido para qedarme en ella por un corto tiempo había sido imprevista, pero la decisión ya estaba tomada. Al menos la tranquilidad espiritual había sido recobrada al saber que las cosas en mi ciudad mejoraban y la paz social estaba recuperándose.

Los disturbios universitarios y de trabajadores que habían incendiado nuevamente la pradera de la capital de mi país y la represión que para contenerlos se había producido, habían hecho que mi decisión fuera la de radicar por una temporada aquí.

Extrañaba mucho el no poder compartir los buenos momentos con mis ex-compañeros de trabajo. Sé que algunos no están muy bien, consecuencia de las protestas y actos que asumieron como respuesta a la crisis social que se sintieron con rigor hace dos meses, pero desde la distancia no se puede hacer mucho, sólo desear que la vida mejore para todos y que al final las lecciones del pasado sirvan para vivir el presente.

Quien podría imaginar que un país con una gran riqueza en tierras y cultivos, de pronto, por efecto de una mal entendida política regional, se viera inmerso en una gran crisis de subsistencia, por la subida vertiginosa de los alimentos, y que la hambruna en las ciudades las recorriera como un fantasma cabalgando de los jinetes del Apocalípsis.

Situación inaudita que hasta para mis vecinos en este país donde soy un extranjero más, tampoco es entendible, salvo con la esperanza que un día retorne a mi país, encuentre una explicación y me comunique con ellos para contarles como un día, el gran país del Sol paso la mayor hambruna de su historia como pueblo.

Nuevamente trozaba otro pedazo de este pan grande, el que falta en las mesas de mi ciudad, y vuelvo a leer las últimas líneas que la chica "click" me envió este viernes lluvioso...

"Creo qe podré subir nuevamente algunos kilos este mes.
Estamos volviendo a comer 3 veces al día, y SI sobreviviremos a pesar de todos y de quien sea.
Cuídate y ponte fuerte por nosotros".

Otra vez las gotas de lluvia de Santiago volvían a mezclarse con las que nacen en mí. Hoy como desde hace 80 días siento que juntas recorren mi vida.

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