La Vida no tiene sorpresas. Es posible tener una mirada de lo qe sucederá si es qe la vemos con los ojos de la razón más allá del corazón.
Vida y Muerte. Esa es el camino de la existencia, y su tránsito puede ser dulce o amargo; sin sobresaltos ni temores.
Luz y sombra; color y nada; vida y muerte; lágrimas o penas, todas esas disyuntivas son parte del existir.
De repente me vi frente a ellos. Uno alto, frondoso, queriendo llegar al cielo, el otro a su costado menudo, pegado a la tierra pero ambos con sus ramas extendidas qeriendo abarcar toda la amplitud de su sombra de vida.
Uno de ellos lleno de color y calor, siendo el verde su distintivo uniforme. El otro, negro y blanco adornaban sus tristes hojas.
Ambos eran reflejo del vivir. De la decisión del ser algo. Cada uno había tomado una senda distinta a pesar de pertenecer a una misma especie. Cada uno tenía su vida programada, más allá de las casualidades, del momento, del tiempo.
Los arbustos eran el reflejo de la vida. La vida no es cuestión de suerte, porqe ella no existe. Las probabilidades de qe un suceso acontezca en un momento de la existencia es parte de la vida, y ella está sujeta a dichos episodios; qizás no sean controlables pero son posibilidades qe pueden ocurrir.
Eso es lo que sucede al Vivir. La combinación de las probabilidades de sucesos pensados y los no anticipados se combina con nuestra decisión de optar. Nosotros hacemos la Vida tal y cual la qeremos, la anhelamos, la deseamos.
El éxito o el fracaso son parte de la misma moneda y sólo el momento en el que nos toca define el valor persona qe le asignamos.
Tenemos un camino, múltiples avenidas o ninguna de ella. Es nuestra decisión cuál elegir, cual optar, cual decidir.
El resultado no lo sabemos porqe sino la vida no sería ese conjunto de sucesos que nos ocurren, sino un argumento escrito por alguien más allá de nosotros.
Mirar la vida con ojos de la razón es más saludable qe creer en qe nos pueden suceder sólo las cosas qe anhelamos. En la vida recibimos de todo, lo favorable y lo qe no lo es. Y eso probablemente significa entender porqe estamos en este Mundo, en este momento y junto a quienes.
Entiende tus probabilidades y opta el camino de la Vida, de tu Vida.
Es tu decisión.
martes, 27 de mayo de 2008
miércoles, 21 de mayo de 2008
La Promesa inicial
Es la inspiración de la tristeza del momento.
Mirar la luna llena sobre esta ciudad acogedora, trae al presente los recuerdos que el Alma guarda en su memoria.
Y recuerdos tristes afloran nuevamente al contemplar el disco lunar en todo su esplendor. Nubes trazan siluetas en su contorno blanquecino y la memoria viaja a años pasados, a miles de kilómetros de distancia, hacia el lugar donde una primera promesa se forjó.
Si esa promesa inicial, que fue creciendo como una rama en otoño, desnuda y frágil con la esperanza de sobrevivir a las calamidades futuras del invierno humano. Si esa promesa forjada en el crisol donde se fundían todas las lecciones de vida existidas, vivenciadas, visibilizadas.
Alegrías, penas, risas y lágrimas, todas ellas juntas para servir como molde para una vida nueva como esperanza a lograr por la promesa inicial.
Al borde de un río silente, la promesa primigenia fue la de trozar la vida, en lograr separar independientemente los hábitos que impedían no sólo vivir sino también dar vida. Qizás algo muy sencillo para el común de las personas pero inalcanzable para un empedernido caminante solitario y narcisista.
Pero la vida enseña. Enseña que hasta las mejores intenciones pueden convertirse en pesadas cargas humanas. Esa promesa inicial fue superada por la vorágine egoísta, cretina y fantasmal del amor inverso.
Hoy como en ese ayer del afrontamiento de la verdad insegura, la tristeza recorre mi Alma. Mi depositario emocional siente que el pasado es una carga muy pesada, que no sólo lastima el recuerdo sino que como una herida andante su reguero luctuosa mancha a quienes rodean.
La tristeza embarga. El camino esta claro ahora, pero las huellas del ayer son frescas antes de hundirse en la vida diaria.
Lástima. La primera promesa desapareció para siempre. El dolor de la vergüenza permanece para siempre
Mirar la luna llena sobre esta ciudad acogedora, trae al presente los recuerdos que el Alma guarda en su memoria.
Y recuerdos tristes afloran nuevamente al contemplar el disco lunar en todo su esplendor. Nubes trazan siluetas en su contorno blanquecino y la memoria viaja a años pasados, a miles de kilómetros de distancia, hacia el lugar donde una primera promesa se forjó.
Si esa promesa inicial, que fue creciendo como una rama en otoño, desnuda y frágil con la esperanza de sobrevivir a las calamidades futuras del invierno humano. Si esa promesa forjada en el crisol donde se fundían todas las lecciones de vida existidas, vivenciadas, visibilizadas.
Alegrías, penas, risas y lágrimas, todas ellas juntas para servir como molde para una vida nueva como esperanza a lograr por la promesa inicial.
Al borde de un río silente, la promesa primigenia fue la de trozar la vida, en lograr separar independientemente los hábitos que impedían no sólo vivir sino también dar vida. Qizás algo muy sencillo para el común de las personas pero inalcanzable para un empedernido caminante solitario y narcisista.
Pero la vida enseña. Enseña que hasta las mejores intenciones pueden convertirse en pesadas cargas humanas. Esa promesa inicial fue superada por la vorágine egoísta, cretina y fantasmal del amor inverso.
Hoy como en ese ayer del afrontamiento de la verdad insegura, la tristeza recorre mi Alma. Mi depositario emocional siente que el pasado es una carga muy pesada, que no sólo lastima el recuerdo sino que como una herida andante su reguero luctuosa mancha a quienes rodean.
La tristeza embarga. El camino esta claro ahora, pero las huellas del ayer son frescas antes de hundirse en la vida diaria.
Lástima. La primera promesa desapareció para siempre. El dolor de la vergüenza permanece para siempre
viernes, 16 de mayo de 2008
A contracorriente
Fue un golpe directo a todos.
El sonido, antiguo pero claro de la música de un AKITA, una pequeña radio portátil se sintio en toda la movilidad urbana. Fue como el sonido de un Stradivarius popular.
Casi el 90% de los pasajeros de la movilidad tenían el apéndice auditivo de la cultura música digital, pero esa homogeneidad castrativa de la sonoridad, por su concepto de individualidad extrema y distante entre unos y otros, fue rota por el sonido radial de un pequeño transmisor, cuya vigencia y popularidad muchos de los viajantes en la movilidad jamás percibieron dada la juventud de sus vidas.
Fue un sonido de vida, un sonido contra la corriente.
La vida tiene otras opciones y no todo es uniformidad.
La cultura no es una sola y quizas la diversidad en entenderla radica también en tener la voluntad y capacidad de vivirla tan intensamente en todos sus aspectos.
Nadar a contracorriente no es solo una alternativa, quizas sea el imperativo que se necesita para realmente vivir.
Recorriendo la vida
Nuevamente la lluvia caia en las calles de la ciudad
La chica "click" habia estado nuevamente compartiendo sus aventuras y tristezas de esta semana. A través de la línea virtual al menos uno mantenia el contacto con la tierra lejana, a pesar de todo, a pesar de las penurias y carencias.
Trozaba el pan especial que junto a una taza de café me acompañaba todas las mañanas. Mi lap top se había unido a la corta reunión diaria que como rito sagrado empezaba a las 7.30 y culminaba 8.15 de la mañana. Las noticias nacionales de mi país, de su política, de sus problemas y hasta de su deporte ahoran eran parte de mi rutina de contacto con la tierra natal.
Mi permanencia en esta ciudad era aún sorprendente. Aún seguía en esta ciudad fría en su clima, pero siempre cálida de su gente.
La propuesta de trabajo que había recibido para qedarme en ella por un corto tiempo había sido imprevista, pero la decisión ya estaba tomada. Al menos la tranquilidad espiritual había sido recobrada al saber que las cosas en mi ciudad mejoraban y la paz social estaba recuperándose.
Los disturbios universitarios y de trabajadores que habían incendiado nuevamente la pradera de la capital de mi país y la represión que para contenerlos se había producido, habían hecho que mi decisión fuera la de radicar por una temporada aquí.
Extrañaba mucho el no poder compartir los buenos momentos con mis ex-compañeros de trabajo. Sé que algunos no están muy bien, consecuencia de las protestas y actos que asumieron como respuesta a la crisis social que se sintieron con rigor hace dos meses, pero desde la distancia no se puede hacer mucho, sólo desear que la vida mejore para todos y que al final las lecciones del pasado sirvan para vivir el presente.
Quien podría imaginar que un país con una gran riqueza en tierras y cultivos, de pronto, por efecto de una mal entendida política regional, se viera inmerso en una gran crisis de subsistencia, por la subida vertiginosa de los alimentos, y que la hambruna en las ciudades las recorriera como un fantasma cabalgando de los jinetes del Apocalípsis.
Situación inaudita que hasta para mis vecinos en este país donde soy un extranjero más, tampoco es entendible, salvo con la esperanza que un día retorne a mi país, encuentre una explicación y me comunique con ellos para contarles como un día, el gran país del Sol paso la mayor hambruna de su historia como pueblo.
Nuevamente trozaba otro pedazo de este pan grande, el que falta en las mesas de mi ciudad, y vuelvo a leer las últimas líneas que la chica "click" me envió este viernes lluvioso...
"Creo qe podré subir nuevamente algunos kilos este mes.
Estamos volviendo a comer 3 veces al día, y SI sobreviviremos a pesar de todos y de quien sea.
Cuídate y ponte fuerte por nosotros".
Otra vez las gotas de lluvia de Santiago volvían a mezclarse con las que nacen en mí. Hoy como desde hace 80 días siento que juntas recorren mi vida.
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