La buena suerte es la suma de nuestras acciones positivas.
Una acción buena siempre genera un resultado benéfico, pero muchas veces no de la forma esperada.
Porqué escribes eso - pregunta K. Ratín; hoy no es apropiado que pienses que el mundo gira de la forma favorable que crees, siguió diciendo.
Estamos sobrevolando las costas de las Islas Canarias, y sólo pienso que si no hubiese llegado en el día previsto a la cita planificada años atrás, no tendría los sentimientos de tranquilidad y de la promesa cumplida que en estos momentos siento.
Pero un sentimiento de duda recorre también mi cuerpo. ¿Cómo afrontar ahora en Lima, lo no dicho, la verdad inconclusa?.
Tal vez, resulte sencillo pasar la página. Sin explicaciones, sin pensamientos de atrás, sin pasado, sin recordar los buenos y malos momentos.
No fue la buena suerte, la que te acompañó en Irún – vuelve a hablar Ratín. Lo que hiciste fue ser consistente con tus lenguajes y de esa forma tu buena acción sólo fue hacer lo correcto en ese momento.
No quiero mirar a mi compañero de ruta.
No quiero que vea mis ojos, quizás ellos ahora no estén a la par con mis palabras.
Quiero creer mejor en la buena suerte, aunque mis ojos estén tristes.
Recuerdo que muchas veces las personas tienen doble cara y son hirientes porque prefieren fingir que actuar honestamente.
No quiero que mi amigo siente eso hoy de mí.
Cierro mis ojos, quiero dormir. Son recién las 11:56 hora de Madrid.
Aún estoy lejos de la casa que elegí.
Una acción buena siempre genera un resultado benéfico, pero muchas veces no de la forma esperada.
Porqué escribes eso - pregunta K. Ratín; hoy no es apropiado que pienses que el mundo gira de la forma favorable que crees, siguió diciendo.
Estamos sobrevolando las costas de las Islas Canarias, y sólo pienso que si no hubiese llegado en el día previsto a la cita planificada años atrás, no tendría los sentimientos de tranquilidad y de la promesa cumplida que en estos momentos siento.
Pero un sentimiento de duda recorre también mi cuerpo. ¿Cómo afrontar ahora en Lima, lo no dicho, la verdad inconclusa?.
Tal vez, resulte sencillo pasar la página. Sin explicaciones, sin pensamientos de atrás, sin pasado, sin recordar los buenos y malos momentos.
No fue la buena suerte, la que te acompañó en Irún – vuelve a hablar Ratín. Lo que hiciste fue ser consistente con tus lenguajes y de esa forma tu buena acción sólo fue hacer lo correcto en ese momento.
No quiero mirar a mi compañero de ruta.
No quiero que vea mis ojos, quizás ellos ahora no estén a la par con mis palabras.
Quiero creer mejor en la buena suerte, aunque mis ojos estén tristes.
Recuerdo que muchas veces las personas tienen doble cara y son hirientes porque prefieren fingir que actuar honestamente.
No quiero que mi amigo siente eso hoy de mí.
Cierro mis ojos, quiero dormir. Son recién las 11:56 hora de Madrid.
Aún estoy lejos de la casa que elegí.
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