viernes, 4 de diciembre de 2009
PARADOJAS
Hay tiempo suficiente.
Siempre he pensado que si al resto de personas les falta el tiempo, a mí me sobra el suficiente para terminar lo que me propongo.
Quizás sea por médoto o estilo de vida. Desde los momentos que decido para ir a una fiesta o armar alguna reunión en mi departamento, el tiempo nunca ha sido un obstáculo para conseguir lo planteado. Claro que cuento con Jaime, Luisa, Ysabel y Trini como ayuda invalorable para que ello se logre.
Este pequeño grupo de casi familia de toda la Vida es parte de lo que muchos otros no tienen. Nuestar cofradía, nuestro selecto grupo que a pesar de los casamientos, noviazgos, enamoramientos, divorcios y lutos, en ese orden, no han roto jamás nuestras cómplice reuniones de viernes al mediodía, instante propicio para la tertulia y la planificación de "nuestras" pacatas...es decir nuestros pactos y actos para sentirnos vivos.
Hermanos - parejas, un híbrido de compinches en los cuales no hay tregua para la sinceridad del grupo, a pesar que para el resto del mundo en ocasiones usar distintas caretas sea conveniente, es para mí el líquido vital que me ha permitido afrontar desde estudiar una carrera profesional que odio, pero que por tradición familiar hube de seguir - creo que la "ciencia" ? económica es la farsa mejor montada entre las profesiones de oficina-, aceptar un matrimonio por lo social -embarazo no deseado-, ser un respetuoso miembro societal de una Logia vetusta, y hasta llegar a ser representante político....
El éxito siempre es una mentira, porque se mide y se mira según el cristal que se desea. Fracasar es parte de la naturaleza humana, y creo que es lo que más prestigia a uno.
Grandes fracasados son todos los que aún hoy día se admiran. Fracasó quien un día quizo que Tod@s se amaran y hasta murió creyendo que su sacrificio lo lograría. Fracasó también quien un día dijo "Tengo un sueño..." y un certero disparo convirtió en célebre dicha frase. Más fracasos tuvieron los que a través de la ciencia han creido eliminar todos los sufrimientos cuando estos se han convertido en la placenta de pingues ganancias.
Y hasta los que pensaron que ganaron guerras, competencias deportivas o aureolas santificadas han fracasado, porque nunca tuvieron el tiempo para disfrutarlo ni el instante para saborearlo. Su triunfo siempre provino del fracaso del otro o anticipaba el propio.
Mi tiempo si me alcanza porque mi decisión siempre ha sido controlar mi "tiempo", mi "espacio". No estoy solo, porque un día empeze a forjar una Cofradía Personal...
Un día hablaré de ella...un día mi secreto podré decirlo...
Hoy día no...No es el tiempo que quiero
Ya llegará mi instante.
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